Últimamente estoy notando un cambio en la naturaleza y tono de algunos comentarios, realizados por autores que se amparan en seudónimos chabacanos.
Hasta la fecha se han respetado ciertas reglas no escritas, como el buen rollo que existe entre todos nosotros, por muchas burradas que aquí se escriban siempre supuran un fondo simpático y cordial.
Es un blog, de un grupo de AMIGOS unidos por una afición y entorno, en el que reina la competividad, amistad y simpatía.
El blog ha servido en estos meses, para formalizar quedadas, compartir éxitos, salidas, lesiones, ilusiones, tristezas, dudas, noticias de actualidad y un largo etc.
Se ha utilizado este blog, para animar a mantener viva la ilusión por el grupo, publicando nuevos retos que inciten a la participación, así como los pequeños éxitos o proezas conseguidas por sus miembros.
La aportación de noticias y comentarios simpáticos, han hecho que el blog sea algo ameno de seguir, incidiendo en las visitas y repercutiendo en las ganas de participar.
En la actualidad, es seguido por muchas personas, algunas de ellas son hijos nuestros, por tal motivo deberíamos intentar mantener unas pautas de corrección y no dejarnos llevar por la vulgaridad. Con esto no quiero que dejemos de provocarnos y menospreciarnos. Simplemente que se realice de una forma simpática y elegante, tenemos cientos de ejemplos en este mismo blog.
Este sábado se acordó por parte del pelotón globero, limitar (impedir) los comentarios de personas no identificadas. Molestos por los comentarios que se esconden bajo seudónimos.
Por mi parte, que ejerzo de censor, no quería ir eliminando los comentarios que no me parecen apropiados y prefiero que esas personas redirijan su prosa y agudicen un poco sus neuronas para resultar más atractivos a los lectores, así como darse a conocer. Si pasados unos días (moratoria), mis sugerencias no surgen efecto. Tendré que limitar las publicaciones de comentarios, impidiendo la participación a personas ajenas al grupo. En un mundo con tantas prohibiciones, no seamos burros y no me obliguéis a crear una más.