miércoles, 5 de junio de 2013

BIRRING CANTABRIA


ahí tenéis a Eugeni Berzin en la flor de la edad.


y ahí le tenéis en la actualidad. Así acabará el Navarro con tanto panduro.









Acabamos de reunirnos el Paco, el Toni, El Gavi, el Barri y el Pipo. Menuda reunión. Lo único que hemos sacao en claro es que tendremos que hacer otro birrin dentro de unas semanas, porque lo que es hoy, no hemos aclarao na. Y para colmo me he dejao todos los folios con las altimetrías y las fotos de los puertos en la marisquería. O sea que no os extrañe que el camarero cubano acabe apuntándose al reto Cantabria. Si eso que se traiga colchón inflable, galletas y cola cao. 

En claro en claro, vemo sacao la historia de la claraboya que nos ha contado el Paco: por lo visto un día fue a la playa del Masnou con la familia, se liaron a brazadas hasta una boya que estaba en casadiós con el cuñao y la sobrina, y en llegando a la megaboya se pusieron a saltar y a hacer aspavientos y alharacas con los brazos, botando y saltando sobre la bola. En total, que el guardacostas, que llevaba mes y medio sin divisar ni tiburones ni hostias ... más aburrío que yo que sé, y encima que estrenaba aquel día catalejo, va el tío y me ve al Paco en tanga haciendo gestos en lontananza. El vigilante de la playa que me da la alarma, y al minuto ya me rodeaban al Paco, al cuñao y a la sobrina, dos motos de la guardia civil, tres lanchas guardacostas y una zodiac de la cruz roja. Lo demás, filfa: no sabemos ni quién se trae el colchón, ni quién las tangas, ni na de na. O sea, que habrá que volver a quedar. Eso sí, pasarlo, lo vemo pasao en grande.

Lo que sí está más o menos claro es que el primer día nos hacemos una etapa de 110 kms con 3000 metros de desnivel acumulado y tres puertos: Lunada, la Sía y Collado de la Espina:

La Lunada




Portillo de la Sía (no confundir con la tía de Potrillo)




Collado de la Espina (ni 39x25 ni 34x28, como mejor se sube es con un buen par de alpargatas)





El segundo día la etapa tendrá el mismo kilometraje y parecido desnivel. Subiremos La Estranguada, La Braguía, Estacas de Trueba y Lunada por su vertiente sur.

La Estranguada




Estacas de Trueba



La Lunada (vertiente desde Burgos)





No hace falta decirlo, pero está claro que si alguno de los que competís en Andorra ese fin de semana preferís tranquilidad, gastronomía, playa, kilometraje y buena compañía ... será un verdadero placer y un homor que nos acompañéis. Para que acabéis de pensároslo, ahí os dejo una foto de la playa en cuyo yodo lameremos las heridas el sábado por la tarde.

Playa de Berria




domingo, 2 de junio de 2013

El retorno del Jedi

Tras una larga ausencia, ayer reaparecía el gran Paco. A pesar de su inactividad la grupeta no tuvimos que esperarle demasiado, no. Yo concretamente le esperé en total unos siete minutos. Resulta que habíamos quedado en el puente de Cerdanyola frente a la ford, y me presenté a las 7h 55. Pacole por su parte llegó tarde (a las 8h 02). Así que ya están echadas las cuentas. Este hombre come aparte. 

Nada más salir, subimos el tachuelo hacia Santiga. Paco ocupa la segunda posición, pero se descuelga hasta la cola a poco de empezar la ascensión. Será que empieza a notar el cansancio, me digo. El resto de la mañana transcurre con tranquilidad hasta pasar Castellar. Allí, en los repechos más gordos, voy mirando por debajo del sobaco, para ver si se nos ha rezagado el abuelo y ello me permite darme un respiro. Pero ahí sigue, sin despeinarse todavía. "Si esto es todo lo que habéis hecho en mi ausencia, estáis muertos", se chulea. Pero ya las pagarás, ya.

Tras pasar Sant Llorenç Savall iniciamos el ascenso al portillo dels Carros. Por delante se escapan Diego, Isma, Alberto Gavilán y Gabri. Para una vez que vienen juntos Gavi y Gabri y tampoco les veo, joder. Yo hago grupeta en un terceto de lujo comandado por el gran Navarro. Paco se suelda a mi rueda. Voy perdiendo resuello y empiezo a notar signos claros de que voy a rivintá. Así que tiro de experiencia y le suelto a Loreta: "oyes, que el Paco dice caflojes".  Pero a Pozo le puede más el orgullo que el humor, y le encasqueta: "¡Eh, que yo no he dicho nada; tira, tira palante!" El poco oxígeno que me quedaba lo he malgastado con mi treta; así que levanto el pie y veo como se esfuman mis compañeros.

Nos reagrupamos en el llano. Gabri toma el cruce hacia la izaquierda pora volverse por la uve y Estenalles. Nosotros descendemos hasta Monistrol de Calders y buscamos la vieja pista que remonta por el interior del bosque hasta Granera. El puerto es idílico, no excesivamente duro y está salpicado por una par de curvas con vistas espectaculares a Montserrat y Sant Llorenç del Munt. Incomparable la soledad que nos ofrece el entorno. Pero el asfalto está muy descarnado y hace imposible plantearse hecer la ruta en sentido contrario. Justito hacerla de subida. Allí Diego se marca un pasodoble. Isma y Gavilán desaparecen por delante, Paco pasa de nosotros definitivamente, Loreta paga los escesos cometidos en la zona del polígono (?) y yo hago mi ascenso en solitario y con dificultades. Para postre pincho, y esta vez no están Huertas, Potrillo, Gavilán y el resto de mecánicos y auxiliares que en casos así suelen arropar al líder. 

Ya en Granera disfrutamos por 7 euros de un buen desayuno en un marco idílico. Idílico también el tortillón que se mete entre pecho y espalda Isma. Y lo mejor: volvimos a oír aquello de la boda de la infanta que tanto echábamos de menos.

La vuelta fue para mí un calvario. Rodé como pude a rueda, teniendo que echar mano de un par de insultos dirigidos a Isma, que daba relevos como alma que lleva el diablo. Una vez en La Llagosta, Diego quiso convencernos de que le siguiéramos en un bucle. Paco se enfadó y le soltó: "a mí me vas a engañar; que tengo más años que el candao de una lambreta". Javi se portó como un caballero y me acompañó hasta la entrada de Sant Cugat, adonde llegué con las patas vacías como hacía tiempo.