Chino chano y ya van tres.
No ha sido fácil, mis rivales son muy buenos y duros, es por ese motivo que me obligan a prepararme a fondo, tan a fondo que he estado concentrado estas dos semanas, sin querer saber nada de nada o de nadie, descansando e intentándome recuperar de esta dura temporada, me he preparado a conciencia, con una bici que ha funcionado a la perfección, con los mimos y cuidados de mi mujer y una preparación centrada en la recuperación. Me he preparado la planificación estratégica de la carrera al dedillo, podría decirse que no he gastado una sola pedalada que no fuera fructífera, tanto es así y tanto miedo tenia a desfallecer por culpa del calor o de un error, que se ha convertido en una carrera sumamente estratégica y de control, cómoda a nivel cardio, pero tensa por no cometer errores.
La salida como es habitual a todo trapo, todos locos en la larga subida de asfalto, se escapan Barón y Asensio, no muestro ningún interés en seguir su rueda, Rojo, Roig y varios más me van dejando atrás, impasible, sentado y tranquilo continúo con mi humilde ritmo, viendo cada vez más lejos a la cabeza de carrera. Entro en el sendero y como imaginaba colapso de corredores, todos a patear, ya no veo a Barón y Rojo que me deben llevar unos quince segundos, no me preocupo, estaba preparado para esta eventualidad. Tranquilo voy superando a los cadetes que habían salido con un minuto de antelación.
Contacto con varios adversarios que logro pasarlos, Asensio y Roig, están muy nerviosos, adelanta a los cadetes de cualquier modo, hay tantos que lógicamente se enganchan con ellos, a los pocos minutos logros pasarlos aunos y a otros, solo me quedan Rojo y Barón, pero estos ya no los veo. Carlos Portilla me canta 10 segundos, vale, vale, me digo aunque en el fondo creo que son alguno más, es un tiempo insignificante y en cuanto encuentre pista libre recorto el tiempo. Sin darme cuenta los tengo delante, un pequeño apretón y a rueda. Parecen cansados y yo sosegado, tanto es así que la zona técnica de zis-zas adoquinado me parece que la hacen más lento que yo. Una sonrisa empieza a dibujarse en mi cara.
Paso a Rojo sin problemas, pero Barón quiere evitar por todos medios que pueda pasarlo, es justo al adelantar al primer cadete cuando el decide hacerlo por un costado y yo aprovecho para hacerlo por el otro, acelero convencido que será incapaz de seguirme. Tan solo Rojo sigue mi rueda, aprovecha y hace un duro ataque, le dejo marchar, veo desproporcional la intensidad, pero enseguida se deduce la diferencia pasando por meta juntos.
En la zona de asfalto, parece que no quiere tirar, pues tiro yo.
Nada más terminar la zona de asfalto miro atrás y veo a Rojo, muy, muy atrás, 20-30 segundillos le metí en la zona de asfalto, en ese momento me vi con verdaderas posibilidades, había hecho una subida rápida pero sin ir a fondo. En la zona de bosque dura y técnica procuro no cometer fallos, no hacer esfuerzos excesivos y mantener la distancia gastando las mínimas fuerzas posibles (esto de ser Catalán es lo que tiene).
Discurro toda la carrera entorno los 25-35 segundos de ventaja, controlando esa distancia y preparándome para el ataque final. Estaba seguro del buen momento de Rojo y que me atacaría en la última vuelta, quería tener el mayor número de cartuchos (fuerzas) sin gastar para presentarle una digna respuesta.
Centrado en no cometer un error por fatiga o nerviosismo, en todo momento conserve la calma e intente regular mis fuerzas para llegar con ventaja a un teórico final de carrera apretado. Pero ese ataque final no se produjo y si se produjo, no logro reducir sino aumentar el colchón de tiempo que mi equipo, familia y Xavi Mari me fueron cantando (informando) en todo momento.
Aunque no hizo falta, no demostré la agresividad de otras carreras, pero el titulo y el circuito hacían dejar de lado las demostraciones en pro de la efectividad.
Al final, alegría desbordarte por este titulo, puesto que aunque teórico favorito, veía a muchos rivales con opciones. Rojo demostró desenvolverse muy bien en las zonas técnicas y vino a esta carrera más fuerte que nunca.
