El motivo aparente de tal estado, creemos, se debe a la imposibilidad de empezar hoy, sábado 29 de noviembre, a pedalear a intespestuosas horas de la madrugada, cosa que necesita hacer antes de encontrarse con el resto de los bikers, esta terapia hace que se encuentre en un estado mas sosegado y apacible.
Desgraciadamente asuntos familiares han impedido que su terapia fuera realizada y consiguientemente nos hemos encontrado con un Barrilete Cósmico en estado de éxtasis ciclista extremo, le daba igual subir que bajar, que lloviera o que hiciera frío. Su obsesión convulsiva al pedaleo le absorbía, de tal modo, que le daba igual que poco a poco le fueran abandonando sus compañeros, hasta quedarse más solo que la una en medio de Collserola. Parte del grupo de amigos que no desertaron, insistieron en el momento que más llovía en que se resguardara y desayunara con ellos hasta que el temporal apaciguara. Pero Barrilete no quería saber nada de parar y menos de comer, solo quería pedalear, abducido por un poder supremo extraterrestre que le ordenaba repetidamente “No pares Barrilete, no pares, tu sigue, sigue, sigue”